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jueves, 4 de noviembre de 2010

XXXV. El Vello Durmiente (también llamado Back to the future…)

Érase una vez… Hace más o menos un año… El Vello (sí, de peludo, peluchiode, no hay faltas de ortografía) Durmiente estaba sumido en un profundo sueño que duraba más de diez días. Todos estaban preocupados por el estado de Vello, sobretodo dos personas; uno de ellos lo demostraba abiertamente, el Príncipe Encantador; el otro (el Cuidador de Vello) tenía que llevarlo en secreto.

El Cuidador sentía un profundo sentimiento hacia Vello, y sin excederse en sus labores diarias convivía con un sentimiento que poco a poco le iba comiendo el pensamiento…

Cuando Vello consiguió despertar de su sueño todos se alegraron mucho, incluso el Cuidador, aunque seguía llevando en secreto sus preferencias hacia Vello. Hasta que una noche tuvo un fugaz escarceo con Vello y, sin llegar a confesarle sus deseos más profundos, Vello entendió (y confirmó) toda la situación. Una situación de la que había sido consciente desde que despertó de su sueño. Toda aquella situación acabó con un beso que Cuidador dio a Vello en la mejilla. Un beso inocente que escondía mucho más de lo que aparentaba. Un beso en la mejilla que dentro del Castillo no podría demostrarse jamás de otra forma.

Una vez Vello abandonó el Castillo siempre tuvo el profundo deseo de encontrarse con su Cuidador en algún otro momento en algunos de los Reinos alejados del Castillo… Pero este cuento no acabó con el happy ever after…

(Scratch!!!!) Bueno… Pero como todos los cuentos se reversionan éste no iba a ser menos. Un año más tarde Vello se encontró en su correo (véase perfil del Bear) una nota (mensaje rollo “¿quedamos para un polvo?”) procedente de alguien que le era bastante familiar. No acabándoselo de creer confirmó que aquella nota procedía del Cuidador. ¡¡COÑO!! Casualidades de la vida.

Y lo que hace un año no pudo pasar en el Castillo acabó ocurriendo en la cabaña del Cuidador.

Paradojas de la vida…

Que ¿qué quiero decir con esto?

Hace un año mientras servidor estaba en coma mi enfermero se enamoró profundamente de mi. Aunque el enfermero nunca me lo confesó descubrí que (además de que era gay) sentía un gran “interés” sexual hacia mi. Interés mutuo, por cierto.

Una vez dejada la UCI y estando en planta subió una noche a escondidas a verme a mi habitación y fue entonces donde acabé de confirmar todo lo que me iba imaginando en mi perversa mente. Cuando salí del Hospital siempre deseé encontrarme con él alguna vez en algún antro de perversión y/o sauna… pero nunca llegó ese momento. Hasta que hace un par de semanas un perfil del bear me entró a saco queriendo tema. Aluciné cuando descubrí quién era él (incluso le pedí ayuda a mi Consorte para que me lo acabara de confirmar). Así que después de decirle quién era y de qué lo conocía quedamos para montarnos un festival en su casa. También me acabó confirmando los pensamientos de mi perversa mente… Que el tío se ponía tóo perraco conmigo.

Aunque si lo llego a saber no hubiera “perdido” el tiempo. Pasado el furor del reencuentro todo se quedó en un vulgar encuentro sexual que puede ser perfectamente mejorado por la peor experiencia que se puede tener en una sauna.

¿Moraleja? Sí. Me acabé follando a mi enfermero.

Pero, ¿he tenido experiencias más satisfactorias? Sí. Por descontado.

Así que una fantasía más cumplida: ENFERMEROS.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Capítulo 34. Recuperando los ritmos…

Ya estamos, como quien no quiere la cosa, en noviembre con la hora y los biorritmos cambiados y con las Navidades a la vuelta de la esquina; ya nadie se acuerda de las vacaciones. Desde luego… Tanto tiempo esperándolas para que se pasen en un plis plas… Es como ese chulazo de la sauna con el que coincides un día y piensas que cualquier otro día que vayas por allá volverás a encontrártelo y te volverá a llenar todos tus agujeros con esos 20 cm de rabazo que tenía mientras le comías los pezones como una perra en celo. Y pasa casi un año para que volváis a coincidir y además el muy cabronazo no se acuerda de ti y pasa completamente de tu rollo. ¿Tanto has cambiado en un año? ¿O solamente te utilizó para calmar su calentón de aquella noche?... No te engañes… Fuiste su plan “B”.

Es como el que se chusca (cómo me gusta este término tan poligonero en lugar del cansino y gastado “follar”) a un famoso, famosote, reconocido televisivo o similar. Creo que todos hemos tenido uno de esos alguna vez que otra entre nuestros brazos, dentro de nuestra boca u ofreciéndonos todo su cuerpo para nuestro más vicioso deleite. ¿Cómo? ¿Qué nunca has tenido a uno así solamente para ti? Pues perdona que te diga… Creo que eres muy petarda. Que te da vergüenza contarlo… O que llana y simplemente… ¡¡Eres un@ estrech@!!

Tengo que reconocer que algunos de estas especies (famosotes, famosos o similares) han pasado por este cuerpo nada serrano que la naturaleza me ha brindado. ¿Cómo? ¿Qué quieres que te cuente con quién me he montado algo más que un intercambio de saliva? Lo tienes claro maricón… qué uno es muy decente y nunca revela sus fuentes… A no ser de que vaya más pedo que Massiel en una boda, claro… O eso o me puedes sobornar con un poco de sexo… que uno es muy facilón.

Espero que me sigáis leyendo y pido perdón por esta tardanza. Os recompensaré muy gratamente.