Dice el dicho que el que folle la noche de fin de año, follará todo ese año. Bueno, o eso es lo que puntualmente y sin faltar a la cita me decía un excompañero de trabajo cada día 31 de diciembre. Y siempre, por si acaso, lo he intentado llevar a buen puerto (si el nivel etílico me lo ha acabado permitiendo, claro).
Así que anoche, bueno… más bien hace unas horas, era ese momento.
Ha sido un polvo interesante, cerdo, morboso, por sorpresa (yo la verdad es que con unas mamadas ya me hubiera dado por satisfecho), aunque no ha podido ser completo al cien por cien. Mi faceta versátil-pasivo solamente la desarrollo con mi señor Consorte, y tampoco por costumbre por lo que la verdad es que suelo tener el ojete un poco desentrenado (pero a todo se le puede poner remedio). Y anoche fue uno de esos momentos de desentreno.
Todo empezó acercándome (un poco a traición) a la polla del Consorte con la intención de deslecharlo con la boca: pero a la tercera o cuarta succión me forzó a seguir comiéndole la polla, ahogándome con todo su rabo en mi boca (cosa que los dos sabemos que el otro odia y que nunca solemos hacernos), pero fue un momento de fuerza bruta acompañado de mucho morbo, así que después de varios malos trago (jajajajaja) me dejé llevar. La noche podría prometer.
En ese momento se giró bruscamente y se puso a disposición para que le trabajara el ojete con la lengua, igualmente buscando el morbo de la situación. Hasta que cuando se cansó de tener mi lengua en su culo me giró él a mí y comenzó a buscar con su lengua mi agujero. La verdad es que, vanidades aparte lo hace genial… y yo también ¡qué cojones!. En uno de esos momentos de estar con su lengua en mi ojete se detuvo y noté que me escupía en el culo (como en las pelis porno) y volvía a la carga. Así unas tres o cuatro veces. Me ponen mucho los polvos cerdos, inspirados en el porno, polvos de dominación y sexo nada vainilla. Y entonces ya perdí todo el control de la situación. Hasta que se detuvo unos momentos, lo suficiente para ir a buscar el lubricante: yo ya sabía lo que acabaría pasando.
Acabamos pajeándonos y corriéndonos, la verdad es que hasta incluso (uno que siempre intenta ser silencioso en el momento de la corrida) subí el nivel de gemido de placer…. Ya me daba lo mismo que la invitada que teníamos en la habitación de al lado se enterara de si estaba follando o no… Me dejé llevar totalmente por el cerdeo y morbo de la situación.
Ha sido un polvo cerdo, de peli porno. De los que me ponen a mil, pero de los que no hacemos mucho porque nos acabaríamos cansando de ese tipo de roles de dominación… Que de vez en cuando nunca vienen mal.
Y aquí me tienes, escribiendo esto mientras noto como mi ojete palpita un poco de vez en cuando por el ya mencionado desentreno… Habrá que intentar ponerle remedio a esto.
Feliz aNo Nuevo a todos, yo ya estoy en ello...
Sed felices, y follad mucho. Yo espero hacerlo. Y espero contároslo.
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