Érase una vez… Hace más o menos un año… El Vello (sí, de peludo, peluchiode, no hay faltas de ortografía) Durmiente estaba sumido en un profundo sueño que duraba más de diez días. Todos estaban preocupados por el estado de Vello, sobretodo dos personas; uno de ellos lo demostraba abiertamente, el Príncipe Encantador; el otro (el Cuidador de Vello) tenía que llevarlo en secreto.
El Cuidador sentía un profundo sentimiento hacia Vello, y sin excederse en sus labores diarias convivía con un sentimiento que poco a poco le iba comiendo el pensamiento…
Cuando Vello consiguió despertar de su sueño todos se alegraron mucho, incluso el Cuidador, aunque seguía llevando en secreto sus preferencias hacia Vello. Hasta que una noche tuvo un fugaz escarceo con Vello y, sin llegar a confesarle sus deseos más profundos, Vello entendió (y confirmó) toda la situación. Una situación de la que había sido consciente desde que despertó de su sueño. Toda aquella situación acabó con un beso que Cuidador dio a Vello en la mejilla. Un beso inocente que escondía mucho más de lo que aparentaba. Un beso en la mejilla que dentro del Castillo no podría demostrarse jamás de otra forma.
Una vez Vello abandonó el Castillo siempre tuvo el profundo deseo de encontrarse con su Cuidador en algún otro momento en algunos de los Reinos alejados del Castillo… Pero este cuento no acabó con el happy ever after…
(Scratch!!!!) Bueno… Pero como todos los cuentos se reversionan éste no iba a ser menos. Un año más tarde Vello se encontró en su correo (véase perfil del Bear) una nota (mensaje rollo “¿quedamos para un polvo?”) procedente de alguien que le era bastante familiar. No acabándoselo de creer confirmó que aquella nota procedía del Cuidador. ¡¡COÑO!! Casualidades de la vida.
Y lo que hace un año no pudo pasar en el Castillo acabó ocurriendo en la cabaña del Cuidador.
Paradojas de la vida…
Que ¿qué quiero decir con esto?
Hace un año mientras servidor estaba en coma mi enfermero se enamoró profundamente de mi. Aunque el enfermero nunca me lo confesó descubrí que (además de que era gay) sentía un gran “interés” sexual hacia mi. Interés mutuo, por cierto.
Una vez dejada la UCI y estando en planta subió una noche a escondidas a verme a mi habitación y fue entonces donde acabé de confirmar todo lo que me iba imaginando en mi perversa mente. Cuando salí del Hospital siempre deseé encontrarme con él alguna vez en algún antro de perversión y/o sauna… pero nunca llegó ese momento. Hasta que hace un par de semanas un perfil del bear me entró a saco queriendo tema. Aluciné cuando descubrí quién era él (incluso le pedí ayuda a mi Consorte para que me lo acabara de confirmar). Así que después de decirle quién era y de qué lo conocía quedamos para montarnos un festival en su casa. También me acabó confirmando los pensamientos de mi perversa mente… Que el tío se ponía tóo perraco conmigo.
Aunque si lo llego a saber no hubiera “perdido” el tiempo. Pasado el furor del reencuentro todo se quedó en un vulgar encuentro sexual que puede ser perfectamente mejorado por la peor experiencia que se puede tener en una sauna.
¿Moraleja? Sí. Me acabé follando a mi enfermero.
Pero, ¿he tenido experiencias más satisfactorias? Sí. Por descontado.
Así que una fantasía más cumplida: ENFERMEROS.
Lamentablemente, no conocí al Cuidador pese a todas las horas que pasé en el Castillo, pero sabía de él por comentarios del protagonista. Celebro que Vello haya podido hacer una muesca más en su fusil (fusilillo o fusilón; I don´t know) celebrando, así, un escarceo morerrr en el recién-estrenado-fantástico gremio de la sanidad.
ResponderEliminarSólo cabe esperar y desear que la próxima víctima de la división blanca, no sea conocida por Vello en las mismas circunstancias.
Celebro, también, que Vello haya recordado a "Planta", que todos sabemos "Qué suerte tiene planta" (imposible contener la risa: muhahahahaha...do you remember?????).
Hola Madame, me encanta la foto que publica Vd. del Cuidador, es realmente AWESOME !!!! Quién podría resistirse ?
ResponderEliminarSu relato me confirma por otra parte lo que ya sospechaba desde que le conocí: Que es Vd. un ligón travieso, morbosin e insaciable, no importa si es en un castillo, una planta, una cabaña, una sauna o una playa,... todo vale para alimentarse física y espiritualmente, y esto no es una crítica.
Lo que sin embargo nunca sabremos obviamente es lo que pasó realmente entre el Cuidador y Vello durante la estancia de este último en la UCI....
Un abrazo Madame, celebrando volver a tener noticias calientes suyas .