Hace unos días curioseando marujeando por el Facebook de Chispi
reconocí unas fotos que me resultaban muy familiares. Unas fotos, un cuerpo, un
nombre…: Deportista.
No pude contener mi afán de cotilla y rápido le envié un
whatsapp a Chispi preguntando si mis imaginaciones eran ciertas. Y sí, lo
fueron. ¡Maldita zorra! Chispi conoció los placeres de Deportista… confirmando así que la regla
de los seis rabos de separación incluso, a veces, se reduce solamente a uno.
A Deportista lo conocí (gracias a Iker) una noche en
Bilbao. Una noche de borrachera, cervezas, vodka con naranja, chupitos, muchas visitas al baño, bailes
y muchas cañas e indirectas lanzadas. Tonteando del estilo mira como me acerco y me froto
contigo mientras bailo (que por cierto… que placer de frotamiento); o también del
estilo, si quieres te acompaño al baño y te la aguanto o simplemente te la miro
mientras estás meando.
Deportista baila genial, y siempre te pasa el mismo pensamiento por la cabeza (¡malditas películas americanas!): “si este tío baila así ni te cuento cómo tiene que llegar a follar”. Y eso se tenía que comprobar si era cierto o no. Así que entre los tonteos que me tenía ya con Iker, que venían de antes y que aquella noche ya todo daba lo mismo, los tonteos con el Consorte porque los dos íbamos como perros en celo pensando en poder llevarnos a Deportista (y a quien hiciera falta) aquella noche al hotel; y luego a Deportista rondando por aquel lugar… todo podía valer aquella noche.
Hasta que sin saber cómo Deportista, Iker, el Consorte y yo estábamos cerrando el local y acabamos en la calle metiéndonos mano al paquete por dentro de los pantalones y haciendo una cata de qué rabo olía mejor que los otros y cómo nos moriríamos de ganas por tenerlos en la boca, o donde fuera. Y también sin saber cómo, tonteo arriba, tonteo abajo, nos encontramos en la habitación del hotel.
La situación no tenía desperdicio… Deportista y el
Consorte en la cama mientras se besaban y se acariciaban y se iban quitando la
ropa. Y yo en el baño, meando, mientras Iker me miraba con deseo. Así que
tardamos más bien poco es estar todos sin ropa danzando por la habitación del
hotel: unos estirados en la cama, otros de pie. Iker comenzó conmigo mientras
Deportista se encargaba del consorte. Dos chasers que habían conseguido a dos
bears… Os podéis imaginar el resto…
Pero eso dará para el próximo post.
Volviendo a la historia de Deportista con Chispi me volví
totalmente lila de la envidia pensando que él también había conseguido pasar
DOS!! noches con Deportista, contándome las mil cosas que hicieron. Recordando lo
bien que Deportista besa, lame, come, acaricia… Es cariñoso y también al mismo
tiempo muy cañero. Especialista en darte toooooodo el placer que sea necesario.
Así te come la boca, como te trabajaba bien los pezones, te coge el biberón y
sabe como hacértelo o te acaba comiendo el culo como aperitivo de todo lo que
puede acabar pasando…
¡¡Deportista!! ¡Te echo de menos!
¡¡Chispi!! Anímate y cuéntanos tu experiencia.
Madame, poco màs puedo contar que no sepas o no te imagines,leyendo tu relato he vuelto a ponerme calentorro recordando lo que pasó en aquella enorme cama de aquel hotel,con aquél "deportista" de enorme y bonita sonrisa ,con su bonito pijama de camuflaje,sus deliciosos besos y demàs artes amatorias de las que fue testigo la 404 para culminar con esos brutales gruñidos de placer antes de eyacular en mi pecho.....
ResponderEliminarYo quiero conocer a ese deportista y disfrutar lo mismo que vosotros.
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