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viernes, 30 de julio de 2010

Round 31. Nunca te acostarás sin comerte una polla más o cómo Tirar de memoria (histórica)…


Como el verano no me está dando ninguna novedad gráfica ni “escribible” tengo que tirar de memoria (histórica) y desempolvar de la neurona alguna vivencia que me haya hecho gracia y pueda merecer ser contada. Aunque haya podido ser traumática.

Todos hemos estado, alguna vez, con algún maromo de esos que gritan como cerdos desangrándose (arrrrrrrgggghhhhhh) cuando se corren, otros que parece que ven a la Virgen (¡sí!¡sí!¡siiiiíiiiiii!), algunos que solamente emiten un gemidito y tardas más de media hora en enterarte si se han corrido o no, otros a los que les dan convulsiones (mi Consorte puede haceros un tratado incluso), otros que ni se inmutan y otros que se te ponen a llorar como niños (¿?).

¡Sí Maricón!, lo has leído bien… Gente que llora cuando se corre.

Comprenderéis que se me haga difícil poderlo “transmitirlo” en palabras y como decía en el anterior post, una imagen vale más que mil palabras, todo y que aquí sería más factible un vídeo. Contándolo con un poco más de detalle hay que decir que el sujeto tenía los pezones un poco apretados y doloridos a voluntad propia después de tenerlos un ratito trabajados… pero los gemidos y lagrimas que le caían al susodicho en el momento idóneo no eran motivados por esa sesión “pezonil”.

Claro que uno aunque sea La Madame y esté desarrollando ciertas perversiones no alcanza –todavía- a dominar el rol de amo, ni Master del Universo, etc… pero tiene la suficiente capacidad para detectar si el motivo del lloro es provocado por el intenso dolor pezonil (habría habido comentario por parte del dolorido, creo, ¿no?), por el juego de rol amo-esclavo (tampoco era ese el caso) o por otros motivos (¿traumas infantiles?, ¿malos rollos con sus ex’s?).

Resumiendo: el tío lloraba como un niño de diez años cuando se corrió.

Resumiendo -parte dos-: se me quedó cara de gilipollas total integral en el cubículo de la sauna. Así que con cara de asombro y un poco intentando evitar el descojone salí del cuarto. Ya podía ser un cuarentón macizorro interesante de pelo canosote (¡¡que me pone perra!!... ains como me pierden las canas, querido Chispi: vete alejándote de mi que no llego a responder de mis actos).

Lástima que el tío estuviera de un nivel potable superior, que se fijara en alguien como yo, que lo pasáramos más o menos bien (¿?)… Pero está claro que lo único que podré recordar de aquel encuentro saunil fue ese desgraciado momento corridil.

Gente rara te encuentras en todos lados, y desde luego esta siempre será una historia para (no) recordar.

Si es que las saunas dan mucho de que hablar, y muchas historias que contar.

martes, 27 de julio de 2010

Episodio 30. Qué mala es la envidia.

Desde luego que suerte tienen algunos.

Todos buscamos una boca estupenda y bien entrenada que nos haga la mejor felación de nuestra vida (que fishno me ha quedado pudiendo decir mamada); y bien pensado... qué mejor que hacérselo uno mismo.

Así seguro que la satisfacción es total.
Como dicen: una imagen vale más que mil palabras.



Otros diríamos: qué mala es la envidia.

De mayor yo quiero tener esta flexibilidad.

lunes, 26 de julio de 2010

Episodio 29. Con la neurona cocida...



Deberá ser el calor, o la monotonía. O la falta de líbido (no cariños, de eso uno no anda nunca escaso), o la falta de material gráfico que subir al blog… Lo que sí que es cierto es que el calor me tiene la neurona cocida y con tanto calor y tanta humedad (relativa) no se puede pensar en condiciones para escribir un buen artículo bloggero.

Sigo documentándome en la playa pero es que todos los especímenes de estudio ya están fotografiados, y tampoco es que la maldita cámara del iPhone ayude mucho… Claro que mentalmente almaceno miles de rabos, huevos y ojetes bien morenotes, grandes, pequeños, medianos, del país, internacionales, de todos los colores… Aunque tengo que reconocer que son los de color más tostado los que me dan más mercancía de la que hablar. ¡¡Si señores!! Tengo que reconocer que la raza africana (no diremos negra para no herir sensibilidades) es la que más erecciones alcanza en el ranking de tremperas playeras. Ganando por 2 especímenes a 0 (del resto de razas). Son los que menos pudor tienen, claro… se les nota menos que se ponen colorados, cuando tienen la polla que parece el palo de la sombrilla. Ni intentan girarse boca abajo para que no se les note ni nada por el estilo. Es decir: ya bajará… Todo lo que sube tendrá que bajar.

Espero que la playa me de más momentos tórridos que contar. Y no, no esperéis que os cuente si follo o no en la playa, más que nada porque si hay algo que odio es rebozarme en las arenas de las playas de Barcelona cual croqueta “casera” de cualquier bar de tapas.

Aprovechando hoy que es día de Santa Ana (¡coño!... como las patatas) saludo a todas las Anas, Annas, etc… y a todos los Anos (masculino plural) también que tantos buenos ratos nos hacen pasar.

Requemáa…
La Madame.

Pd: Volvemos a tirar de fotos de archivo.

martes, 13 de julio de 2010

Episodio 28. Escenitas en la playa.

Hay algo que nunca entenderé.
Estoy en una playa nudista (naturista para ser más fisnosh), una playa en la que está permitido quedarte en porretas (aunque puedas provocar el vómito en el resto de gente), una playa donde se presupone que el bañador está aceptado (o incluso se considera “voluntario”).

Entonces…
¿Por qué me siento observado por ir en pelotas en una playa donde está permitido por gente que usa bañador? Bueno o usa bañador o hacen mil maniobras para quitarse pantalones y calzoncillos y calzarse el speedo en una velocidad no superior a 0,20 segundos. Y digo observado, no repasado…

¿Por qué la población de bañistas con bañador aumenta en progresión aritmética a ritmo descontrolado? ¡Coño! ¿Será que no tienen más playas en la ciudad de BCN para practicar el baño en tela? ¿A quién me tengo que quejar? ¿A las agencia de viajes? Porque hay que decir que los pudorosos suelen ser al 95% guiris.

Cosas que tampoco entenderé: massahe senhió massahe… y un policía gordo corriendo entre las toallas y saltándolas (literalmente) diciéndole a la chinita: “¡¡No corras cobarde!!”… Jajaja… Pero si con el dinero que sacan de los masajes con final feliz y con el que sacan de los trapicheos les da para pagar unas pocas multas diarias.


Esa gente que te repasa (ahora sí) de forma tan lasciva que luego tienen que ponerse en la orilla de la playa tapándose los bajos porque si levantan las manos te sacan un ojo ¡¡Miénteme Pinocho miénteme!!. O esos cincuentones o sesentones de cuerpo excelente y cara de esas que les pondrías una bandera en la cabeza y “todo por la patria” que los tienes “a las doce” según la orientación de tu toalla y se ponen todo palotes (también), y tu intentas no reírte en su cara. Hace años que no me pongo palote en la playa: autosugestión y autocontrol.

Luego coincides varias veces con el mismo inmigrante que te ponía en días anteriores y sigue sin animarse a tirarte los trastos pero que también levanta el vuelo de la playa en cuanto tú te largas para casa.

Se me disparan los ojos de ver paquetes en estado natural en la playa paseando por la orilla, caminando hacia el chiringay, el chiringuito gay de la Mar Bella, tumbándose en la toalla, girándose bocarriba, bocabajo, etc… Grandes, pequeñas, doradas, blancas, cut, uncut, pelirrojas, negras, suraméricanas, guiris. Huevos gordos, pequeños, colgando, atigrados, peludos, etc…

Y hoy hemos tenido la aparición estelar de Mr. Gay Spain 2009 Sergio Lara. Un cuerpo de escándalo, rubio como él sólo (y no tonto), aunque es del escaso 5% de la población vernácula que va a playas nudistas GAYS (como él) y no se quita el speedo… aunque tampoco no es que tuviera mucho contenido que ofrecer; y eso que quien lo está diciendo tampoco tiene un cuerpo 10 ni es portada de revistas pornos.


Aunque odio el calor no quiero que se acabe la temporada de playa, que siempre hay novedades que contar.

Palote morenote (como el de mi consorte)… Ahí va una foto.

martes, 6 de julio de 2010

On the Beach… ¿o era Bitch?


Sí señores. Llegó el calor y llegó al temporada de playas.
Y con ella vuelven a las playas de BCN las chinas ofreciéndote “massahe senioh massahe”.

Te las encuentras en todas partes, agobiándote (casi que me gusta más oír la voz de los lateros) y ofreciéndote massahe con el consecuente happy ending (te llevan a las rocas y por un módico precio extra acabas corriéndote). Y estas chinitas te dan grandes momentos en la playa como el de ayer… Una chinita, aunque me costó distinguirle el sexo porque tetas tenía más bien pocas y porque tenía unas pintas de Pacorro…, que estaba hacíendole un massahe a un senioh, me dejó un grato ejemplo gráfico de cómo acaban estas cosas. Pues con una erección del copón que puedes montar una tienda de campaña quechua en medio de la playa sin ningún tipo de problemas.

Y me pregunto yo: ¿me pondría palote en una playa si una tipa me hace un massahe? Una cosa es ponerte palote en la playa viendo la mercancía que tanto tiazo bueno te ofrece… pero ¿con una persona indefinida? No sé.


Luego está la gente que se te insinúa en la playa, ofreciéndote su mercancía… Nada despreciable en las dos últimas ocasiones, y aunque no sea partidario del sexo interracial con especímenes con origen el cono sur, no tenían nada que despreciar. Si la próxima vez coincido con un espécimen sustancioso me insinúo y me lo llevo a casa con consentimiento de mi Consorte (que se uniría al trote… espero).

También te encuentras el típico exhibicionista que lo que pretende es pasárselo bien y lo ves que empieza a abusar de la crema bronceadora en cierta parte de su anatomía (y no precisamente para evitar quemaduras o melanomas) y acaba masturbándose a dos toallas de separación. Aunque tengo que decir que en todos los días que llevo “coincidiendo” con él en la playa aún no ha llegado a correrse; y la verdad es que empieza a tenerme intrigado la forma en que lo haría.

Y luego cosas de las que te alegran la vista como ver a dos amantes haciendo guarradas debajo del pareo de uno de ellos, en concreto uno pajeando al otro… Aunque hacen que sientas vergüenza ajena y claro… ¿qué pasa? Que todos los gays quedamos como unos depravados por culpa de unos que se quitan el calentón en una playa familar.

Por si te quedaba alguna duda decirte que frecuento las playas nudistas, puesto que odio llevar la marca del bañador, así que casi siempre me podrás encontrar en la playa de Mar Bella en BCN, o en su defecto la playa naturista de Sant Pol de Mar (en el Maresme).

¿Y tú?

¿Llevas marca? ¿Ves a exhibicionistas?