Nunca digas ¡Ésta polla no me cabe!

Todas las maricas tenemos el feo vicio de decir la misma frase y sale el problema, mucho mayor aún, que es que nos lo creemos: “¡Nadie la come mejor que yo!”
Y eso... ¿es cierto?
Pues no sé... ¡Buena pregunta!. Según mi consorte nadie se la ha comido como yo se lo hago; y me lo tendré que creer puesto que casi cinco años de relación no es lo mismo que un “aquí te pillo aquí te mato” fugaz de una sauna, discoteca o cruissing por los lavabos de algún Centro Comercial. Pero siempre te quedará la duda... ¿o no? ( y esto más que una “dudación” es una afirmación).

¿Trucos para ser un buen comedor de pollas?
1. Nunca decir “esta polla no me cabe”. ¿Quién no ha soñado en comerse una polla que por tamaño más que un rabo standard (o no) de unos 15 cm aprox. parece que te estés metiendo en la boca una baguette? Pero queridos amigos el truco está en no ahogarse. Más que nada que una arcada con intento de vomitada queda muy poco romántico ya sea tu consorte de toda la vida o un polvo “express”. Filias extrañas aparte, of course. Así que con calma y con mucho relax.
2. Nunca clavar los dientes. Y tampoco estoy haciendo una apología de las dentaduras postizas fijadas con Corega®. El truco está en abrir lo suficiente la boca (sin llegar a desencajar el maxilar) de tal forma que quede la cavidad suficiente para que entre toda enterita. Truquiconsejo: los labios (oséase, los morros... porque de los otros cuanto más lejos mejor... y lo siento por las señoritas que me puedan leer) deben proteger los dientes, como un acolchado... que en caso de “accidente” la polla choque contra el labio y no contra los dientes.
3. Nunca experimentar cosas o hacer algo que no te gustaría que te hicieran. ¿O acaso te gustaría que experimentaran contigo un maquillaje, o algo así, cual cobaya de laboratorio? Chic@s: ¡Seamos clásicos y dejemos las innovaciones para otras materias! Que comer rabo al final no tiene ningún misterio ni necesitas ningún Máster, aunque nunca diría NO a uno del Universo.
4. Los piercings NUNCA se quedan enganchados a la campanilla por mucho que te metas la polla en la boca como si en vez de garganta tuvieras un pozo de ventilación del metro. “La cosa más dulce” ha hecho mucho daño. Aunque la escena tiene su qué... con todos cantando al final. ¡Por favor! Que estamos comiéndonos una polla; no estamos jugando a meter el aro en el palito.
5. Y nunca, nunca, ¡Nunca! Dejes que te cojan la cabeza y te la claven hasta que te salga por el occipital. Que lo que tienes es una boca, no un poco sin fondo. Bueno, si eres un poco guarra, en este punto haz como que no sabes leer y te lo saltas...

Comer plátanos como método de práctica no es fiable al 100%. El plátano es demasiado blando y te podría jugar malas pasadas cuanto te pusieras delante del toro. Y no querrás quedar como un inexperto mamador ¿no?
Y hazte el loco cuando te pregunten: “¿A ti quién te ha enseñado a comerla así?”. Un buen profesional nunca revela sus fuentes, ni sus amantes.

Os adoro.
La Madame.