La mayoría de las fotos proceden de la web. Si tienes cualquier queja, o eres el dueño de la foto, o simplemente no quieres que sea publicada, no dudéis en dejar un mensaje en los comentarios y la foto sera eliminada. The photos are extracted from the WEB, if you have any complaint about a photo, leave a message into the messagebox to and that photo will be deleted from this website.

domingo, 24 de abril de 2011

Una de sexo express...

Empezaba a creer que la gente tiene miedo a la Semana Santa porque, la verdad, es que ha sido una semana muy poco prolífera en las páginas de contactos. La verdad es que si he llegado a tener diez visitas creo que me doy con un canto en los dientes… ¿Será que ya no atraigo a osos o a chasers? Naturalmente no cuento las visitas prehistóricas o las que proceden del IMSERSO, esas nunca han contado… pobrecillos, tal vez esperan recibir, alguna vez, algún mensaje de contestación. Pues eso, que sigan esperando que seguramente (alguna vez) les llegará alguno, pero no mío.

Esta mañana se ha obrado el milagro (de la resurrección) y he empezado a tontear con un perfil de la página u4bear. Tampoco no era un bellezón (algo tiene, diferente) pero era el morbo de “vente a mi despacho, a doscientos metros de mi casa, y nos lo pasamos bien un buen rato”. Al principio he pensado que se trataba de una broma. ¿Quién trabaja en un despacho el domingo de Semana Santa? Pero la conversación ha ido en aumento y se ha ido elevando el contenido de los mensajes. Total, que he decidido ponerme algo para salir a la calle, poca cosa porque la ropa poco había de durar encima y me he ido para la dirección que me han indicado. Realmente a nada, a una manzana de casa…. ¡Morboso!

He llegado a una especie de gym de pilates que hay a una manzana de casa, tengo que decir que nunca me había fijado en ese local, y he llamado al timbre (iluso) esperando a ver si alguien venía a abrir. La verdad es que tampoco hubiera perdido nada porque el desplazamiento ha sido más bien mínimo. Al poco tiempo ha aparecido para abrirme la puerta Daniel (así se llama, y esta vez sí es su nombre real) vestido con una especie de pijama de enfermero (¿os he dicho que Daniel es masajista?) con un buen bulto que le abultaba en la parte del paquete –realmente me esperaba con ansias-.

Me ha invitado a subir a la parte de arriba del gym que es dónde están los despachos de masaje y vestidores y me ha metido en una habitación donde había una camilla de masaje, toda la habitación iluminada con una luz muy tenue y acompañada de unas pocas velas aromáticas. Sin que falte la música de relajación.

Ha cerrado la puerta de la habitación detrás de mi y, sin darme tiempo a reaccionar, al mismo tiempo que he oído el “click” de la puerta cerrándose he notado como mi pantalón empezaba a caerse de mi cintura. ¿Cómo lo ha hecho? ¡Qué rapidez! Acto seguido se ha metido mi polla en la boca y ha empezado a mamármela. Sin tiempo a reaccionar. Ha seguido mamándome sin cesar, cada vez chupando más fuerte y con más ganas. Me ha empezado a tocar un poco los pezones mientras seguía con mi polla en su boca. He intentado poder tocarle algo, pecho, polla, algo. Ha aceptado a bajarse los pantalones y quitarse la camiseta imperio que llevaba debajo del pijama. Le he podido tocar un poco la polla: no muy grande pero bien dura y gorda. Le he tocado también el pecho duro y cuadrado.

Pero no he podido tocar nada más. Ha vuelto a amorrarse al pilón de mi rabo mientras seguía mamando cada vez con más ganas y más ansia. Daniel me ha obligado a sentarme en el borde de la camilla de masaje mientras seguía mamando, creo que ha planeado todo el momento para recibir el merecido premio…

Hasta que ha llegado el momento de avisarle de que estaba a punto de correrme. Le he avisado de que me corría. Entonces ha apurado más aún los momentos de mamada y ha vuelto a comerme el rabo con ansias mientras yo le estaba soltando toda mi lefa caliente en su boca. Ha sonreído (o lo que parece una sonrisa mientras tienes una polla en la boca) mientras miraba hacia arriba, buscando mis ojos, y ha seguido mamando y mamando, ahora con más calma, hasta que he expulsado la última gota de mi leche. Ha tragado, ha vuelto a tragar y entonces me ha vuelto a sonreir (ahora sin mi rabo en su boca se podía ver perfectamente).

- Espero que te halla gustado. - Es lo único que le he oído decir después del “hola” en la entrada del gym.

Me he quedado sin palabras. He dicho un “claro” algo tímido, mientras me reponía de la situación.

Después me ha comentado que estaba esperando a un cliente que tenía cita con él dentro de veinte minutos, así que muy amablemente me ha acompañado hasta la puerta. Y con la “intención” de volverme a contactar para otro día sin tantas “prisas” ha cerrado la puerta del gym a mis espaldas mientras yo comenzaba mi camino de vuelta a casa…

2 comentarios:

  1. lástima que no vivamos más cerquita,una llamada y tendría leche calentita y recien ordeñada con todos sus bufidus activos?ara desayunar y em?ezar el día con energía...gratis y a domicilio mmmmm yo lo titularía BIBERÓN EX?RESS....

    ResponderEliminar
  2. este se a?licó tu cuento., me imagino que habrá leido tu blog..y si el futuro está en comer ?ollas,?ara que ?erder el tiem?o en tonterías??????tal cual....

    ResponderEliminar