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Mercadona. Sexo low-cost

El mercado del sexo desde luego que es muy amplio y extenso pero de momento no me imagino en poder seleccionar ciertas mercancías en un supermercado, y mucho menos en un low-cost del estilo Mercadona.

Coincidí con Paolo hace mucho tiempo por la página del Bear, pero nunca llegó a haber ningún tipo de contacto entre nosotros. Conocíamos nuestros gustos más cerdos: tengo que decir que Paolo es de los que disfrutan con la lluvia dorada y además es de los que no tiene pudor en contarte lo que le gustaría hacerte o lo que le gustaría que le llegaras a hacer. El sexo es simplemente un mero divertimento, y como tal debe explotarse en todas sus versiones… Paolo es el claro ejemplo a todo esto.

Conocía por fotos el tamaño de su polla, de su ojete (aunque ahora mismo no recuerdo que tipo de rol sexual era el suyo), incluso llegó a enviarme fotos suyas en las cuales aparecía totalmente empapado en meos (cosa que como ya he dicho le pone a mil). Le ponía también a mil jugar con pinzas para los pezones y recuerdo como fantaseaba él con verse sometido por uno o varios tíos que le dieran todo su merecido.

Está claro que el tema de la lluvia dorada no es santo de devoción de todo el mundo… O eso o es que nos gusta disfrazarnos de beatos mojigatos y luego somos las más zorras que incluso podríamos llegar a escandalizar al mismísimo Marqués de Sade. Pero con Paolo creo que hubiera sido un buen ejemplo para realzar una fantasía con alguien sin ningún tipo de prejuicios.

Lo más gracioso de todo es que cuando veía a Paolo en fotos tampoco me parecía lo excesivamente atractivo como para concretar una cita para el cerdeo con él. Me atraía el morbo de la situación y de la persona pero no me motivaba para nada su físico ni si atractivo. Pero todo esto cambió hace unos días cuando haciendo la compra cual (vulgar) maruja en uno de los Mercadona de Barcelona me lo crucé por unos de los pasillos… Curiosamente los lácteos, ¿era algún tipo de señal providencial?

En ese mismo momento mi percepción hacia él cambió radicalmente porque: a) miré las fotos con los ojos llenos de legañas y no distinguía bien lo guapo que era; o b) realmente Paolo es de esas personas a las que las fotos no les hace justicia… pero para nada.

Así que me quedé con cara de idiota. Me sentí muy cortado de saludarlo, y no porque yo fuera acompañado del Consorte en ese periplo de compras, sino porque en eso momento mi cara cambió a “hola, fui un gilipollas desperdiciando la oportunidad de chuscar con semejante espécimen de vicio y perversión”. Tampoco Paolo hizo el gesto por saludarme, ¿se acordaría de mi? ¿de ese imbécil que perdió la oportunidad de cerdear con el maestro del sexo?

Total, que aquí me tenéis intentado averiguar en qué pen-drive guardo (espero conservarlas para un momento de necesidad pajil) las fotos de Paolo.

Lobezno

Pero el día que conocí a Chocolate Sexy en la sauna no acabó todo en un polvo frustrado…

Lobezno está gordo, es mucho más alto que yo y luce unas patillas de las que incluso el mismísimo Logan AKA Lobezno (¿no sabes de qué te estoy hablando?... pues repásate un poco los X-Men) tendría envidia muy poco sana.

Aunque más que gordo se le podría considerar medio beefy… No está muy trabajado de gym pero tampoco está obeso a lo Homer Simpson. Es una barriga dura y grande, con un buen pectoral muy sugerente. Muy peludo. Sugerentemente comestible. Tiene buena polla pero no quiere que se la chupes, solo quiere que se la castigues. Le gusta la sumisión.

A Lobezno ya lo tenía visto más de una vez por la sauna. Incluso alguna que otra vez habíamos jugado al intercambio de miradas, juegos, etc… hasta que acabas cerrado con esa persona en un cubículo de la sauna.

Lobezno sabe como hacerte disfrutar, es el perfecto sumiso, le encanta comerte el ojete y comerte los pies. No es muy aficionado a comerte la polla porque tiene otras inquietudes. Disfruta al máximo mientras le estás castigando los pezones, goza mientras le aprietas (literalmente) la polla o mientras le golpeas los huevos con la mano, se los aprietas o se los estiras. Y nunca tiene fin.

Siempre que lo he visto lleva a cuestas una mochila negra. Mochila que siempre me ha intrigado qué puede contener. Hasta que la curiosidad mató al oso y tuve que preguntar.

Me sorprendió ver todo lo que salió de aquella mochila. Pinzas para los pezones. Un consolador/dildo con forma de mano-puño de tamaño bastante grande. Una botella de lubricante y una botella de agua (para evitar la deshidratación del juguete), entre otras cosas, además de una caja de guantes médicos, caja de pañuelos, y Dios sabe que más.

-“¿Te gusta el fist? Estoy súper excitado y dilatado”.
-“Nunca lo he hecho, aunque es algo que me pone a mil”.
-"¿Me quieres meter el puño?".
-"Podemos probarlo".

Y ahí estaba yo calzándome el guante de latex, cogiendo el bote de lubricante mientras lo extendía por guante y el ojete de Lobezno con la cantidad suficiente para que entrara bien, suavemente, y hacer gozar a mi esclavo provisional. Y asi empecé, poco a poco hasta que mi mano estaba totalmente dentro del ojete de Lobezno mientras él le daba al Popper y a una especie de spray que se rociaba en una toallita e inspiraba con fuerza (más tarde descubrí que se estaba poniendo ciego de ketamina en ese momento).

La verdad es que la situación me ponía a mil. Con el rollo sumisión pasivo de Lobezno. Entonces a medio trabajo de su ojete me dijo que subiera uno de los pies al camastro. Así lo hice y el tío se regaló con una comida de pies. Entonces me pidió el otro pie mientras quería que le saciara el hambre de su ojete. A mi personalmente no me atrae mucho ni es un gran fetiche el tema pies; pero si mi esclavo se sentía totalmente perro para hacerlo pues no solamente el amo debe gozar si no que alguna que otra vez el esclavo debe tener un premio. Y lo tuvo.

Me pidió parar un poco para detenerse en comerme el ojete durante un buen rato, hasta que se cansó y volvió a pedirme que volviera a usar mi mano como dildo en su ojete y reanudara los trabajos traseros que habían quedado incompletos.

Lobezno me pedía más velocidad y fuerza en su ojete y eso me ponía más aún. Mientras le metía con una mano, con la otra me estaba masturbando. Excitado a niveles máximos.

Le anuncié que estaba a punto de correrme. Me pidió que parara de trabajarle el ojete. Así hice. Se dio media vuelta y me suplicó que descargara en su cara. En su boca, en su barba. Me corrí con un grito prolongado. Lobezno se corrió muy poco (habitual en él) y de forma más silenciosa de cómo lo recordaba.


Acabó todo duchado con mi corrida. Él encantado. Yo exhausto. Sorprendido. Pensando cómo un día que pensaba que sería para olvidar después del “incidente” con Chocolate Sexy iba a quedar totalmente como día inolvidable tras encontrarme por sorpresa con Lobezno.

¡¡ Chocolate Sexy !!

La verdad es que he estado muy pocas veces con algún mulato o con alguien oscuro de piel. Y sí que puedo confirmar una cosa: esa leyenda urbana que se oye por ahí es cierta… “el tamaño sí es grande”.

A Chocolate Sexy lo conocí en una sauna (siento escandalizar a los lectores) y la verdad es que fue una aventura entre dulce y amarga… Llamémosla “agridulce”.

Dulce porque Chocolate Sexy no tiene mal cuerpo. Brazos fuertes, musculados pero no trabajados en gym; no mucho más alto que yo (aunque la altura jamás me ha sido un impedimento o una limitación). Tampoco es un six-pack y no luce barriga cervecera. Tiene el tamaño exacto de barriga de cualquier persona que no tiene obsesión por su cuerpo pero tampoco lo tiene dejado. Unos huevos grandes y colgantes, que me recordaban bastante a los del Consorte, y un buen rabo, larguito, robusto y grueso. Un rabo de esos que da gusto comérselo. De los que no te cabe totalmente en la boca aunque te dejas poca cantidad fuera. He de decir que tampoco no es el hombre caballo pero he tenido pollas más grandes en mis manos y en mi boca.

Con una boca deliciosa de morritos jugosos y comibles (de los cuales no tuve ninguna queja), Chocolate sexy es de esas personas que le encanta besar, morderte los labios suavemente, y juega con su lengua que mueve cada vez más rápido cuando más cachondo está.

Encantado de que le trabajen los pezones… cosa que pedía a gritos solamente con una mirada de sus ojos marrones. No me quito de la mente sus pequeños sollozos, incluso tuve que preguntarle si no le gustaba o si apretaba demasiado y el tío lo único que hacía era llevarse sus manos a las mías mientras le apretaba los pezones para que ejerciera más presión.

Aceptaba también unos cachetes en su duro culo prieto mulato. A los que respondía con unos gemidos de gozo y mirando nuevamente con cara de deseo y de ansia. Incluso un buen trabajo en sus cachetes con un masaje y un magreo duro, con fuerza y unos roces sensuales con los dedos en las proximidades del agujero de su ojete. Que se podía notar como gozaba y palpitaba de ansias de algo más.

Porque fue el primero en bajar su lengua desde mis pezones a mi polla recorriendo toda mi barriga. Porque sabía muy bien como comerme el rabo. Porque la iniciativa ajena siempre me pone más cachondo.

Algo había que pedía a gritos mientras yo disfrutaba con su polla en una mano y sus huevos cogiéndolos con la otra. Mientras nos besábamos… Algo que los dos deseábamos pero que hizo que me bloqueara totalmente.

Mientras le pajeaba me pidió que me lo follara. Yo me quedé encantado con la petición. Es más, me hubiera gustado follarme ese culo caliente, duro y voraz. Pero una alarma se me encendió directamente en el fondo de mi cerebro. Algo que hizo que cambiara totalmente mi visión y mi disfrute de ese momento…

Amargo porque en ese momento de lujuria y dejarse llevar por el momento pensé, no sé bien bien por qué, que Chocolate Sexy podría ser un chapero. Así que toda la emoción del momento se diluyó en medio segundo.

Chocolate Sexy tenía la obsesión de que me corriera encima suyo y esa petición ya la había soltado varias veces antes mientras cerdeábamos. Tampoco no tenía muchas intenciones de quererse correr porque evitaba ciertas embestidas de mi mano sobre su polla mientras yo notaba que se acercaba ese momento en el que los huevos se ponen más duros y suben un poco para quedarse más pegados al cuerpo… Es el momento premonitorio de la corrida.

Aunque al mismo tiempo hay pocos chaperos que permitan que se los follen, éste estaba obsesionado en que le clavara mi rabo fuera como fuera. Entre esa obsesión y las ganas que él tenía que yo me corriera a cualquier precio (mira que ironía me acaba de salir) le dije en ese momento “sabes… es que a mi no me gusta follar”. Y nos quedamos los dos con cara de vamos a poner solución a esto… Así que de forma bilateral decidimos poner fin a tanto frenesí.

Naturalmente las cosas no hubieran acabado en una transacción económica pero las experiencias de estar en una sauna y estar oyendo al pasar por alguno de los cubículos frases en las cuales los habitantes de esos espacios pedían compensación económica por una mamada o un polvo llenan mi mente en ciertas ocasiones.

Agridulce porque perdí un gran polvo por una mala pasada de mi cerebro. Pero de momento que me quiten lo comido… y lo que me comieron también.

Javi: Una historia de dominación...

Javi (es su nombre real) trabaja a escasos doscientos metros de mi casa. Nunca nos hemos visto en persona, solamente hemos contactado vía Grindr (una de esas aplicaciones tan útiles que todo gayer debemos tener en nuestro iPhone o Smart-Phone –pronunciado con la voz de Jorge Javier Vázquez hace que me descojone cada vez que lo recuerdo-).

Se le podría definir como un admirer (¿?), aunque bien bien no encuentro la categoría exacta donde clasificarlo. Está casado, fuera del armario pero tiene ciertas perversiones… Y lo que pone –siempre eso creyendo que lo me contaba en las conversaciones de Grindr sea cierto- es que un oso le trate como lo que se merece: como un auténtico esclavo. Le gustan los juegos de dominación y humillación, sobretodo que le hagan una buena sesión de pezones, que se los castiguen con pinzas, mordazas y demás enseres…

En una de nuestras sesiones de charla-dominación por la red le pedí que se encerrara en los lavabos de su centro de trabajo (tengo que decir que su mayor fantasía es ser dominado en lugares públicos o semi-públicos; de hecho, nuestro primer encuentro tendría que haber sido en dichos lavabos durante su jornada laboral) para que se masturbara mientras tenía sus pezones ocupados: con los tapones de unos bolígrafos PILOT, qué mejor forma para improvisar unas pinzas de pezones. Las fotos no estaban nada mal.

Pero, como decía, nuestros encuentros solamente han sido cyberencuentros y dudo que alguna vez llegue a tenerle dominado mientras le castigo los pezones y le insulto y humillo de la forma que él presupone necesitar.

Javi parece ser insaciable y su marido no le da todo el placer mediante la dominación, por eso busca cumplir sus deseos y perversiones con gente diferente a él y (entiendo que) su marido. Pero la impresión que me da a mi es que solamente pretende satisfacer los calentones mentales propios y los agraviados por el intenso calor que está atacando este agosto. O lo que sería lo mismo, resumiendo: creo que Javi es directamente un “CALIENTAPOLLAS”.

Y aún así y todo uno sigue llevando una dominatrix frustrada en su interior... Siempre a la caza de algún esclavo al que poder dar su merecido. Por lo que Javi podría ser un buen comienzo a esta nueva andadura que todavía no ha acabado de arrancar.

Aparece y desaparece de la red social según el calentón que lleve en ese momento, además sabe de la existencia del Consorte y que incluso no puede venir a casa debido a eso… Y de momento esas excusas me sirven para seguir pensando lo que he dicho anteriormente… Que más que necesidades físicas de dominación necesita excitarse solamente con el simple morbo de plantearse la situación y vivirla en los momentos que se encierra en el lavabo de su empresa y se masturba pensando que un oso le da su merecido…

Incluso el chico tiene buen rabo... y no me importaría poderlo disfrutar. Pero creo que eso quedará solamente en mi imaginación y morbo...




Como dijo Calderón en su momento

“Érase un hombre a su polla pegado…”

Oooopsss!!! Perdón, no era eso… :

“Porque la vida es sueño, y los sueños… sueños son”.

PD: Como podréis imaginar una cosa es dar nombres reales y otra cosa es subir las fotos que he intercambiado con Javi.
Soy una Madame muy profesional.

Il Cavalieri

Luca no me decepcionó en su recepción. La puerta del piso entreabierta daba lugar a dejar volar mi imaginación. Yo me lo esperaba totalmente desnudo con los slips bien ajustados y bien abultado con el relleno su polla bien dura. El acierto fue del 100%.

Me acerqué a él a darle un beso a modo de saludo cuando me hizo un gesto con la mano como símbolo de “detente” e inmediatamente me cogió la mano en un gesto muy rápido y me la llevó directamente a su polla. Al mismo tiempo me miró con cara de qué esperas… es tuya.

Y como uno es muy obediente me dispuse a tocar su polla por encima del slip sólamente por unos dos segundos porque al momento se la saqué del slip y me disponía a arrodillarme para comerme ese delicioso manjar cuando me dice: “Espera… vamos a la habitación”.

Ya lo tenía todo dispuesta así que mientras estábamos de pie uno frente al otro y nos estábamos besando y yo comenzaba a rozar suavemente su cuello con mi lengua comenzó a subirme la camiseta con el propósito de quitármela. Por descontado él jugaba con mucha ventaja: el iba ya totalmente desnudo, yo iba vestido.


Me encanta chuparle la polla, además es de los pocos tíos que no te obliga a metértela hasta el fondo hasta que te quedas sin respiración o te toca directamente la campanilla. Le encanta gozar, pero también que goce su acompañante. También le gusta jugar con mis pezones mientras se la chupo. Yo sentado en la cama mientras el estando de pie me bombea la boca y juega con mis pezones.

Hemos acabado los dos estirados en la cama, masturbándonos los dos y casi nos hemos corrido al mismo tiempo. Hemos sido una fuente. No recuerdo que Luca se corriera tanto, por lo menos la vez anterior no dejó correr tanta sustancia. Ha sido brutal. Gritando bien fuerte sin importarle si los vecinos se preocuparán o no por su vida sexual.

Siempre me planteo una cosa: si gime tanto con una simple mamada o paja manual… cómo deberá ser pegando un polvo con él. Tampoco tengo la intención de comprobarlo. Prefiero mantener el morbo en mi pensamiento. Que luego tal vez in-situ no sea para tanto.

Una vez nos hemos limpiado hemos acabado hablando de todo, de nada, de la vida… Como la última vez, pero Luca estaba totalmente rendido y agotado, por lo que no ha habido un segundo intento. Tampoco ninguno de los dos hemos querido provocar una segunda corrida. Hemos estado muy cómodos hablando después del primer asalto.

Me quedo con el recuerdo de esa polla gorda, venosa, con esa punta bien brillante y muy rosada. Peludo (sin incurrir en excesos)… La polla de Luca podría ser bien bien modelo de dildo. Se lo tendré que proponer en una tercera cita… Cuando ocurra. Está claro que las cosas más esperadas son las que mejor sientan. Aunque soy más de improvisación, con Luca bien bien no funciona así, pero no me importa.

¿Tendrán que pasar otra vez tres meses para la próxima vez para volver a tener un momento de “intimidad”?

Esperaremos...

SMS sorpresa.

“¿Cuándo pasas por mi casa a ordeñarme?”

Creo que hay cosas que se pueden decir más alto pero no más claro… Y con este SMS no se da lugar a ningún tipo de confusiones o malos entendidos.

Ya os hable hace tiempo de Luca. El italiano de la polla perfecta. Y la verdad es que hacía mucho tiempo que no sabía nada de él. La última vez que coincidimos fuera de la red y los móviles fue en el último concierto que Fangoria dio aquí en Barcelona… y creo que debería remontarme a finales de mayo. Luca ha dado pocas señales de vida en todo este tiempo. Algún cruce de SMS y poca cosa más. Pero cuando quiere comunicarse no se anda con rodeos, y creo que con este mensaje pretende hacer borrón y cuenta nueva a tanto tiempo desconectado y desaparecido.

Me apetece mucho volver a comerle la polla. Me gusta hacerlo. La tiene grande y muy bonita. El Consorte me dice que últimamente me estoy volviendo demasiado “pasiva” con tantas ganas de comer rabo… pero ¿qué debo hacer si es algo que me gusta tanto?.

Luca es de los que te hacen pocas cosas, te lame un poco los pezones, te acaricia el pecho y la barriga y lo demás y no le pidas nada mas (… claro que tampoco no lo intenté la anterior vez). No te toca nada más. Se deja hacer y ya está. En todo caso no se quién puede ser más pasiva.. Creo que los términos en ciertos casos pueden dar lugar a varias interpretaciones.

Así que hemos quedado en vernos hoy en su casa. El mensaje para concretar la hora tampoco ha tenido ningún tipo de desperdicio. Y creo que lo he entendido a la perfección.

“El biberón estará listo a las 18”.

Masaje con final muy feliz...

Pedro es masajista. Y tiene las mejores manos que han pasado por mi espalda. Es un gran osteópata. Y tiene el culo más tragón de los tíos con los que haya estado alguna vez en mi vida.

Siempre me ha hecho los masajes estando totalmente desnudo. Y no pone ningún reparo en dejarse tocar cualquier parte del cuerpo mientras él te repasa a ti. Piernas fuertes, un culito pequeñito pero muy duro y muy apretado. Unos brazos geniales para su trabajo y un cuerpo de escándalo.

Sabe cómo y dónde apretarte sin problemas. Y sabe dónde ser muy sutil y sensual. Cuando te está trabajando la espalda siempre intenta provocar el roce de su polla contra tus piernas o tus brazos mientras tu estás relajado en la camilla. Y la acción comienza cuando se dirige directamente a tus piernas. Roza siempre tus ingles mientras pasa la mano suavemente por tus huevos. Y en ese mismo momento comienza otra vez el roce de su polla, que cada vez la notas más dura, contra tus muslos.

Alguna vez notas como sus manos, sin querer, rozan tu polla que en ese momento ya está totalmente dura… Pero es especialista en dejarte un poco con el ansias de querer llegar a mas. Entonces es cuando sin darte cuenta ha acabado de trabajarte y te pide que te des la vuelta y te pongas boca arriba. Y como el que no quiere la cosa te lo encuentras masturbándote con una mano mientras con la otra busca lubricante para trabajarte mejor. Y de golpe te encuentras un condón en la polla mientras Pedro comienza a subirse poco a poco en la camilla y se sienta encima de tu polla para que comiences a follártelo.

Es una bestia follando. Además le entra al momento, sin necesidad de empezar poco a poco. Tal vez ayudado por exceso de lubricante o tal vez porque como ya he comentado no tiene problema en que le entre de todo. Después de unas cuantas embestidas te obliga a bajar de la camilla y poco a poco se apoya con las manos encima de la camilla dándote la espalda esperando que vuelvas a embestirle. Y ahí lo tienes gimiendo y pidiéndote más. Hasta que acabamos los dos en la habitación con Pedro tumbado en el borde de la camilla y yo de pie volviendo a bombearle el ojete.
Es curioso pero las veces que he follado con él se corre más bien poco. Es poco lechero, pero es tan morboso follando que ese detalle acaba no siendo importante. Le encanta que te corras en la puerta de su culo. Y disfruta siempre viendo la cantidad de lefa que le suelto encima.

Y ya una vez descargado de todo tipo de tensiones continúa el masaje. Aunque ya estás tan relajado que ya no notas qué está haciéndote.

Se que seguramente no soy la única persona que se folla a Pedro, pero eso me da totalmente lo mismo. Hacía mucho tiempo que no era activo con un tío, y Pedro siempre es una buena forma de recordarte que eres totalmente versátil.

Estoy empezando a notar ciertas molestias de nuevo en mi espalda.

Voy a buscar mi teléfono.

Vamos a ver… Pedro… 66…

Bilboko Kronika 2 (Iker).

Y qué pasó con Iker…

Lamentablemente por ambas partes no pudo pasar nada. Sus compromisos no le permitieron poder obtener un poquito de “intimidad” para poder hacernos esas cosas que tanto nos habíamos prometido en nuestras conversaciones de chat.

Iker es idéntico en las fotos que al natural, bueno incluso tal vez está mejor al natural que en las fotos… Unos labios seguro que muy sabrosos y que naturalmente espero poder probar alguna vez. Y un cuerpo que no tiene ningún desperdicio… Además de los adelantos que haya podido ver también por las primeras impresiones que se descubren mirando unos pantalones o una camisa o una camiseta… Estoy totalmente convencido que tiene un cuerpo de escándalo. Y me da lo mismo que pueda tener o no una magnífica tableta de chocolate por abdominales o una polla como la Torre Agbar de Barcelona. Iker es una persona que creo que atrae más por la forma de ser que por el físico (y en este caso su físico también me ayuda a opinar).

Es atento, morboso… Todavía recuerdo esos roces que me hizo en la barriga de forma tan sutil y discreta que creo que nadie pudo ver, y que cómo mucho ahora se podrá saber porque lo estoy escribiendo y más tarde se leerá aquí.

Porque no creo que la visita cayera en saco roto, es más, tengo la certeza que el Consorte está también en el punto de mira de Iker, y me da la impresión que eso al Consorte no le importa… Jejeje… Por suerte la distancia entre Bilbao y Barcelona es corta. Y tanto al Consorte como a mi Euskadi es una región que nos gusta, además de que en ella tenemos buenos amigos y ahora seguro que hemos dejado más buenos amigos aún.

Incluso hemos de hacer una prospección más profunda del hombre vasco, que (pese a poder caer en el hecho de repetirme) están muy buenos. He dicho.


De momento solamente me queda pajearme pensando en todos los tíos buenorros que no han querido follar conmigo en Bilbao, más que no querer follar es que se han hecho los estrechos... Pero alguno caerá en mi próximo viaje. Iker ya está en la lista... tengo que acabar de completarla.

Siempre muy zorra.
La Madame.

Bilboko Kronika 1 (Tripartito con un Vasco).

Más de un malpensado creerá que solamente he estado en Bilbao con la única excusa de poder conocer a Iker… aunque podría ser perfectamente válida porque quisiera o no quisiera durante mi estancia en Bilbao tuve que verlo (muy gustosamente) durante varios días.

No ha sido mi primera vez en Euskadi… pero si que es cierto que me he llevado gratos recuerdos de vuelta a mi hogar: no recordaba que los tíos en el País Vasco estaban tan buenos (y aquí me veo obligado a reunir en la misma categoría a gayers y héteros); y tampoco recordaba que los tíos allí son un poco “cómodos” en el tema follar… o les entras tú a ellos o la verdad es que tienes muy pocas posibilidades de triunfar con uno.

Realmente he llegado a tontear con muchos tíos durante estos días por las aplicaciones de contactos del iPhone, pero, como ya he comentado, con muy “parados” a la hora de lanzarse. O les insistes hasta la saciedad o la verdad es que poderte comer una rosca lo tendrás bastante complicado… y perdona (comodidades aparte): si contacto con alguien es para un polvo rápido, un aquí te pillo aquí te follo… No tengo intención de chatear por tiempo indefinido para llevarme un rabo a la boca (el tiempo es oro… ¿sabes?)… Si las conversaciones se alargan la libido y el morbo se reducen considerablemente… Y yo estoy aquí para follar, no para casarme.

Así que entre tanta indecisión se cruzó Aitor en mi camino, bueno en mi camino y en el camino del Consorte, porque nos tiró la caña a los dos (y aquí es dónde, abriéndose el cielo con cantos de ángeles y con un resplandor típico de la Anunciación… acabamos pillando cacho), y nosotros muy gustosos le hicimos una invitación a nuestro hotel que no decantó… Y vamos al lío.

Ahora viene el momento reflexión… Esos perfiles de contactos que no mantienen las fotos al momento y al día y te encuentras con gente que si te descuidas todavía tienen las fotos de su primera comunión o incluso (los más atrevidos) los de la mili… ¡Señores! ¡Por favor!... ACTUALIZACIÓN DE PERFILES YA.


Aitor era más guapo en las fotos que al natural, tampoco no era para montárselo poniéndole un saco en la cabeza pero la primera impresión sabemos que es siempre la que cuenta. Pero tampoco no era cuestión de hacerle el feo y devolver el plato a cocina… Así que el primer paso fue bajar hasta la calle y subírmelo a la habitación, con la consecuente comida de morros en el ascensor y el necesario meneo de paquete correspondiente. Por lo menos la primera reacción en el ascensor fue buena. Ya se le empezaba a notar la polla dura debajo de esos tejanos. Prueba superada.

En la habitación esperaba el Consorte. Nada más verlo Aitor procedió también a comerle los morros, así que la segunda parte de la entrevista parecía estar también lista; y tardó poco en bajar hasta el rabo duro del Consorte y empezar a degustarlo con ansia.

Aitor y yo nos desnudamos mutuamente mientras el Consorte miraba desde la cama. Nada más bajarle los pantalones y los calzoncillos noté como tenía la polla más dura que en los momentos previos en el ascensor; y con una gran sorpresa en forma de líquido precum asomando en la punta de su dura polla… Se confirmaba que le poníamos a mil.

Ya podéis imaginar que aquello se convirtió en un festival de comernos las pollas, los morros y darnos un buen repaso en los pezones. Aitor no necesitaba guía. Atacaba tanto al Consorte como a mi sin ningún miramiento y con bastante ansia y ganas. Estaba claro que un chaser como él necesitaba dos ositos como nosotros. Tampoco hacía ascos a tener algún que otro dedito dentro de su ojete. Es más lo pedía con muchas ganas a través de sus ojos marrones. Pues había que complacerlo.


Tampoco pasó de más de un dedo (o el intento de introducir dos) dentro de su culito. Un par de cachetes por comportarse como un niño malo y si que es cierto que le gustaba bastante que le apretaran los huevos y se los estiraran (cosa que a mi me vuelve loco hacer). Así que el festival de comida de pollas continúo hasta que como suele pasar en las pelis pornos nos tocó el turno de corrernos casi con una sincronización perfecta. Primero Aitor, luego el Consorte y por último aquí un servidor. Toda la lefa fue a caer al cuerpo de Aitor. No es un tío de corrida impresionante pero no estuvo mal. El Consorte también se pegó una buena descarga y realmente el más sorprendido fui yo porque el día anterior ya me había encargado de violar al Consorte después de un arrebato post-siesta y me pegué una buena descarga, incluso con más cantidad que el día anterior.

Después de una ducha reparadora Aitor abandonó la habitación del hotel y se dirigió de nuevo para casita donde le esperaba haciendo la siesta su osete. En ningún momento se habló de un encuentro entre las dos parejas (por suerte) ya que tanto al Consorte como a mi el compañero de Aitor no nos atraía para nada… y tal vez si hubiéramos sabido realmente como era Aitor (me refiero a las grandes diferencias entre el “catálogo” y el producto final) este encuentro no se hubiera producido… Pero como se suele decir… “Que me quiten lo mamado”. Y tampoco está el tema como para ir haciendo muchos remilgos, ¿no?

Una de sexo express...

Empezaba a creer que la gente tiene miedo a la Semana Santa porque, la verdad, es que ha sido una semana muy poco prolífera en las páginas de contactos. La verdad es que si he llegado a tener diez visitas creo que me doy con un canto en los dientes… ¿Será que ya no atraigo a osos o a chasers? Naturalmente no cuento las visitas prehistóricas o las que proceden del IMSERSO, esas nunca han contado… pobrecillos, tal vez esperan recibir, alguna vez, algún mensaje de contestación. Pues eso, que sigan esperando que seguramente (alguna vez) les llegará alguno, pero no mío.

Esta mañana se ha obrado el milagro (de la resurrección) y he empezado a tontear con un perfil de la página u4bear. Tampoco no era un bellezón (algo tiene, diferente) pero era el morbo de “vente a mi despacho, a doscientos metros de mi casa, y nos lo pasamos bien un buen rato”. Al principio he pensado que se trataba de una broma. ¿Quién trabaja en un despacho el domingo de Semana Santa? Pero la conversación ha ido en aumento y se ha ido elevando el contenido de los mensajes. Total, que he decidido ponerme algo para salir a la calle, poca cosa porque la ropa poco había de durar encima y me he ido para la dirección que me han indicado. Realmente a nada, a una manzana de casa…. ¡Morboso!

He llegado a una especie de gym de pilates que hay a una manzana de casa, tengo que decir que nunca me había fijado en ese local, y he llamado al timbre (iluso) esperando a ver si alguien venía a abrir. La verdad es que tampoco hubiera perdido nada porque el desplazamiento ha sido más bien mínimo. Al poco tiempo ha aparecido para abrirme la puerta Daniel (así se llama, y esta vez sí es su nombre real) vestido con una especie de pijama de enfermero (¿os he dicho que Daniel es masajista?) con un buen bulto que le abultaba en la parte del paquete –realmente me esperaba con ansias-.

Me ha invitado a subir a la parte de arriba del gym que es dónde están los despachos de masaje y vestidores y me ha metido en una habitación donde había una camilla de masaje, toda la habitación iluminada con una luz muy tenue y acompañada de unas pocas velas aromáticas. Sin que falte la música de relajación.

Ha cerrado la puerta de la habitación detrás de mi y, sin darme tiempo a reaccionar, al mismo tiempo que he oído el “click” de la puerta cerrándose he notado como mi pantalón empezaba a caerse de mi cintura. ¿Cómo lo ha hecho? ¡Qué rapidez! Acto seguido se ha metido mi polla en la boca y ha empezado a mamármela. Sin tiempo a reaccionar. Ha seguido mamándome sin cesar, cada vez chupando más fuerte y con más ganas. Me ha empezado a tocar un poco los pezones mientras seguía con mi polla en su boca. He intentado poder tocarle algo, pecho, polla, algo. Ha aceptado a bajarse los pantalones y quitarse la camiseta imperio que llevaba debajo del pijama. Le he podido tocar un poco la polla: no muy grande pero bien dura y gorda. Le he tocado también el pecho duro y cuadrado.

Pero no he podido tocar nada más. Ha vuelto a amorrarse al pilón de mi rabo mientras seguía mamando cada vez con más ganas y más ansia. Daniel me ha obligado a sentarme en el borde de la camilla de masaje mientras seguía mamando, creo que ha planeado todo el momento para recibir el merecido premio…

Hasta que ha llegado el momento de avisarle de que estaba a punto de correrme. Le he avisado de que me corría. Entonces ha apurado más aún los momentos de mamada y ha vuelto a comerme el rabo con ansias mientras yo le estaba soltando toda mi lefa caliente en su boca. Ha sonreído (o lo que parece una sonrisa mientras tienes una polla en la boca) mientras miraba hacia arriba, buscando mis ojos, y ha seguido mamando y mamando, ahora con más calma, hasta que he expulsado la última gota de mi leche. Ha tragado, ha vuelto a tragar y entonces me ha vuelto a sonreir (ahora sin mi rabo en su boca se podía ver perfectamente).

- Espero que te halla gustado. - Es lo único que le he oído decir después del “hola” en la entrada del gym.

Me he quedado sin palabras. He dicho un “claro” algo tímido, mientras me reponía de la situación.

Después me ha comentado que estaba esperando a un cliente que tenía cita con él dentro de veinte minutos, así que muy amablemente me ha acompañado hasta la puerta. Y con la “intención” de volverme a contactar para otro día sin tantas “prisas” ha cerrado la puerta del gym a mis espaldas mientras yo comenzaba mi camino de vuelta a casa…

La paja del jueves (Logan McCree)

De todos es sabida mi afición por los tipos con tattos. Tenemos a Sagat, a Agassi y hoy pretendo enseñaros a mi preferido entre todos ellos. También morboso, vicioso, versátil y guarro. ¡No podía ser de otro modo! Ya no me atraen los actores sólo activos o sólo pasivos. Que el futuro, además de en comer pollas, está en ser versátil. En la variedad está el gusto que dicen los mayores.

Chicos. La paja de hoy va dedicada a este porno con cara de malote. Os presento a Logan McCree...

Disfrútenlo.

El (merecido) descanso del guerrero.

Siempre había pensado que la mejor recompensa después de una agotadora jornada de trabajo de 8 horas, a una temperatura infrahumana a las alturas de mes que estamos, hubiera sido llegar a casa y pegarme una buena siesta (contando que mi jornada empezó a las 8:00 de la mañana).

O por lo menos eso es lo que estaba haciendo los dos últimos meses todos los sábados: salía de trabajar y gozaba estirándome en la cama intentando dormiscar aunque fuera solamente unos pocos minutos.

Pero ayer las cosas tenían que cambiar…

Desde el jueves estoy “en tratos” con un perfil muy apetecible del bear. Italiano (pese a ser un grupo que siempre intenté evitar). Guapísimo. Pelo canoso (por si teníais dudas, esto me vuelve loco). Morboso… y muy cerdo. Se llama Luca, y es un tío muy majo. Solamente tenemos un problema: incompatibilidades de horarios. Teníamos previsto conocernos el miércoles, el único día que parecía que nuestras agendas estaban dispuestas a coincidir.

Y las cosas cambiaron.

Salí de trabajar y en mi rutina de camino a casa está chequear el móvil. Y allí estaba. Tenía un mensaje muy tentador en el bear: “hola… que haces?”. Respondí lo normal en esos casos. “Acabo de salir de trabajar y me voy a descansar a casa”. “Estoy muy cachondo. Te vienes a casa?”. La verdad es que me apetecía lo más mínimo irme a follar después de ocho horas pasando calor. Cuando me quise dar cuenta me bajaba de la moto del Consorte y estaba llamando a casa de Luca, en el mismo centro de Barcelona.

Me encantó la forma que tuvo de recibirme: vestido únicamente con unos boxers ajustadísimos donde ya no cabía ni un milímetro más de su polla (dura), con cara de vicio como diciéndome “¿a qué esperas para comérmela?”. Su “hola” fue meterme la lengua hasta la campanilla. Todo esto me encantaba y me ponía más cerdo todavía… no hay preliminares del estilo: “¿te apetece tomar algo?”, “¿qué tal ha ido el curro?”, etc… Directo al grano: dos adultos que quedan para follar; no para intentar aparentar que no sucede nada y retrasar el momento del sexo porque están muertos de vergüenza y cortados al máximo una vez ha desaparecido el ordenador que hay entre ellos.


Del comedor me arrastró directamente, polla en boca, hacia la habitación, de allí al baño y del baño nuevamente a la cama. Luca tiene una polla muy apetecible. Recta. Grande. Gorda. Bonita. Peluda. La verdad es que no me cansé en ningún momento de comérsela. Lamerle los pezones. Besarnos mil y una vez… Hasta que se corrió. Una fuente. Espeso. Con grandes gemidos.

Me abrazó. Le abracé. Comenzamos a hablar de cosas triviales. De su vida, de la mía. Del trabajo. Del sexo, de las páginas de contactos. De cómo nos aburre la noche… Hasta que volví a encontrarme su polla otra vez dentro de mi boca. Dura nuevamente. Dispuesto a correrse por segunda vez.

Genial.

¡¡Ti amo Italia!!

Tenemos un nuevo fichaje. Luca… ¡Qué grandes momentos nos dará! ¡Qué gran fichaje me ha conseguido el Consorte!

La paja del miércoles (Jonathan Agassi).

No sé como tardé tanto tiempo en dejar de estar estancado y pensar que solamente había un actor porno que me ponía a mil. Reconozco que sigo siendo fan (a muerte) de François Sagat y que esos tattoos y ese cuerpo musculado eran lo único que me servía para mis pajas en la intimidad.

¡Pues no! Tengo un nuevo fichaje en mi haber que estoy descubriendo que me pone más cerdo todavía que FS, cosa que creía por imposible, y que es igual de versátil, igual de buenorro, igual de cerdo e igual que... igual que todo que FS.

Mantengo los tatuajes y cambio la cabeza rapada y tatuada por una espesa melena que alguna que otra vez la viste una cresta morbosa.

Amigos... la paja de hoy miércoles va dedicada a Jonathan Agassi.

Deseando conocer a Iker.

Desde luego... tener un iPhone ya supuso una revolución en su momento, pero el verdadero escándalo llegó con la llegada de ciertas aplicaciones que nos facilitan las cosas a la hora de follar. Bueno, o nos facilitan las cosas o nos complicamos más porque tenemos que recordar todos los perfiles que nos hemos tenido que abrir en cada una de las paginas.

Al principio con el Bear, Romeo, Bakala y Tu Amo ya nos complicábamos las cosas. Pero bueno tampoco no era tan difícil: le pedíamos a nuestro ordenador recordar las contraseñas y el problema quedaba solucionado (o eso creíamos); además en un alarde de rozar la perfección usábamos el mismo nick para todas las cuentas.

Más adelante llegó la revolución con las cámaras y los vídeos: empezaba la era de Cam4, Manroulette y el X-Tube. Ahora estamos viviendo el esplendor (vía Smartphone) de Grindr y U4Bear… y lo que nos gusta complicarnos la existencia. Bueno, aunque además de complicarnos la existencia nos deleitamos mucho más la vista.

He conocido, por el U4Bear, a un chico vasco, Iker (y aunque es de todos sabido que nunca utilizo los nombres reales de las personas, ésta vez tengo el consentimiento del afectado para usar el nombre real), que me pone bastante. Es una mezcla entre cub y chaser que me pone a mil. Pasivo/Versatil. Sin complejos. Nos separan más de 600km., pero nos une algún que otro río de lefa que creo que los dos hemos derramado muy gustosamente pensando en el otro. Naturalmente el intercambio de fotos se ha producido… ¡Qué sería de una página de contactos gayer sin intercambio de fotos!.
Y aunque sé que estáis esperando con ansias alguna instantánea de los momentos no romperé lo pactado y aunque se me permita revelar el nombre jamás enseñaré foto alguna sin el consentimiento de los implicados (y aquí de momento no lo tenemos).

Nunca sabré si el encuentro real entre los dos llegará a producirse alguna vez, ¡que sí!, qué esto no es irse de una punta a otra de los U.S.A., pero la distancia es grande. Incluso Iker sabe que tengo pareja (cosa que parece no afectarle ni importarle, que es de agradecer contando con los tiempos de “permisibilidad” que corren actualmente), y hasta estaría dispuesto a realizar el sacrificio de establecer contacto conmigo y con mi consorte, cosa por la que los tres implicados estamos totalmente conformes.

Ya sabéis que si existe contacto alguno con Iker os lo comentaré. Aunque la cosa está algo lejana… o quizás quién sabe… El verano está cada vez más próximo…y dicen que por el norte se come muy bien (ahora que cada uno lo entienda como quiera).

La paja del domingo.

Se me ha ocurrido esta nueva se(x)cción, pudiendo dedicar una buena paja a alguien en concreto. La primera va dedicada a un actor que hace ya unos cuantos añitos nos ponía nerviosos cuando lo veíamos interpretar al guapetón deportista (adolescente) AC Slater en la serie Salvados por la Campana.

Pues unos años más tarde, Mario Lopez se mantiene igual o mejor que entonces.
Si ya por aquella época nos enseñaba un poco de carne, aquí tenemos una nueva vuelta de tuerca. Y me pone… me pone mucho.

Disfrútenlo señores...

Una nueva cita con Mario. Cava, Vodka y Trío (de Telefónica). Primera Parte.

Hace tiempo os hablé de Mario, y prometí que si Mario volvía a cruzarse en mi camino os lo explicaría… Pues volvió a aparecer, y aunque sea con un poco de retraso os contaré ese “Cumming back”… y su retorno también.

Celebrábamos el cumpleaños de mi querido consorte cuando sin saber si Mario (que estaba invitado) aparecería o no en el Hotel donde estábamos todos citados. Yo llegué tarde puesto que trabajaba aquel sábado y mi sorpresa fue mayúscula cuando lo encontré junto al resto de invitados tomando una copa en la barra del bar del hotel. Teníamos que conseguir que la noche acabara prometiendo.

La cena fue muy bien porque Mario se sentó entre mi querido consorte y un servidor… Hay que decir que las tocadas (sobadas descaradas debajo de la mesa) de paquete iban a la orden entre Mario y aquí dos servidores mientras que todos los comensales no se enteraban de nada de nada… y todo ello mientras seguíamos regando la cena con vino y cava. En un primer viaje al lavabo todo quedo en un casual encuentro a medio camino entre Mario y yo, sin levantar sospechas (tampoco no había ninguna intención de nada –en aquel momento-), excepto para mi consorte que haciéndose el ofendido cuestionó lo casual del encuentro. Jajajaja….



El segundo encuentro ya no fue tan casual y fue muy premeditado por mi parte. Mario se levantó antes que yo y decidí seguirle con una prudente distancia. Algo que al final no decidí acabar de cumplir puesto que lo esperé a traición en la puerta de su baño hasta que saliera. Cuando esto pasó lo empujé sutilmente de nuevo hacia dentro del baño… ¿con qué propósito? Fundirme con él en un profundo beso y continuar esos tocamientos que habíamos iniciado en la mesa. Los tocamientos por encima de unos tejanos cada vez más apretados y abultados acabaron conmigo bajándole la cremallera y llevándome su rabo a mi boca. Cosa que luego Mario hizo al contrario. Todo eso con Mario que me tenía contra la pared (y yo encantado).

Entonces descubrí algo lascivo en su mirada. Me miró y reculando en el lavabo intentó llevarme hasta el lavamanos. Intentó subirse encima del lavabo y nuestra sorpresa fue tremenda cuando al simplemente apoyarse en el lavabo éste se precipitó hasta el suelo (¡¡!!). Naturalmente todo el morbo y toda la libido de ese momento murió ahí cuando vimos la encimera con el lavamanos cayendo y aterrizando en el suelo.



- ¿Y ahora que hacemos? -Los ojos de Mario demostraban un estado de terror indescriptible mientras no paraba de repetir “¡¡Joder!! Se me ha bajado todo!!”- ¿Y ahora que hacemos?
- Primero vamos a calmarnos. Aquí no ha pasado nada.
- ¿Cómo que no? ¿Ahora que hacemos?
- Salir por la puerta como si no hubiera pasado nada. Primero sales tú… y pasados unos momentos salgo yo.
- ¿Y?
- ¿Y?... Pues como ya te he dicho: Aquí no ha pasado nada. Y no se le dice nada a nadie.

Regresamos a la mesa. Mario todavía tenía la cara descompuesta. Yo (sin poder parar de contener esa risa estúpida nerviosa que se nos pone a todos) decidí comentarle la situación a mi querido consorte mientras intentaba mantener la calma.

Naturalmente al final acabamos comentando la situación mientras disfrutábamos de nuestros mojitos o martini’s. Más tarde Mario se vino con nosotros a casa, pero eso se explicará en otro capítulo. Solamente adelanto que (cómo dice el título de la entrada) hubo nuevamente un trío con nuestro querido Mario.

¡Qué mejor regalo que le pudo hacer Mario al Consorte!

De Madame a Fontanero.

Saludos viciosos.

36. Por fin he vuelto.

Hola pupil@s...

Por fin he vuelto después de mi retiro espiritual y falto de sexo (como todos los retiros)... y que qué he conseguido después de tanta meditación: muy claro... Que el futuro continúa estando en comer pollas.



Así que he vuelto decidido a dejarme las pelotas como dos garbanzos de tanto exprimirlas.

Mi primera entrada post-todo tratará de todos los mamone(o)s que podemos encontrarnos en las redes sociales dedicadas exclusivamente para ligar, fornicar y encontrar rolletes: estoy hablando de eurowoof, bear, grindr (usuarios de iPhone y/o iPod ya sabréis de qué estoy hablando), gayromeo... etc. Aunque reconozco que más de una vez me han propuesto pegar un polvo vía Feisbuk®... Todavía no he tenido experiencias en Twitter... jeje

Pues eso... os incito (¡¡qué digo!! os inVito) a seguir atentos...

Stay tuned.